Las bases de maquillaje son ese elemento imprescindible de nuestra cosmética diaria que unifica y protege nuestro rostro aportando luminosidad a nuestra cara todo el día. Son la clave para un buen maquillaje, pero a veces tendemos a cometer ciertos errores que pueden estropear su efecto. Los expertos y especialistas de Bodybell te explican cómo debes elegir tu base.
La textura: si tu piel es seca o se encuentra en ambientes secos, una base emoliente es la ideal para ti. En cambio, la fluida ofrece un aspecto muy natural y es genial para llevar por el día, aunque la mousse es muy ligera, así que se adapta muy bien a pieles jóvenes sin imperfecciones. Si tu tez es madura o buscas un resultado perfecto para la noche, opta por la crema, es más untuosa. Las bases en barra o compacto dedícalas para el invierno y para la noche; son perfectas para una piel grasa.
El color: solemos pensar que además de unificar, la base debe aportar color. Pues no. Para eso se usan los polvos bronceadores. No busques una base con un tono o dos más oscuros que tu piel, sino que del mismo color que tu cuello. A la hora de comprarla, no dudes en exfoliar e hidratar tu piel en profundidad antes de probarla.
Piel siempre hidratada: aunque tu base sea también BB Cream, no olvides hidratar tu piel antes de maquillarte. Una hidratación profunda garantiza que los productos se fijen mejor y con más facilidad. Una crema facial con protector solar prevendrá la aparición de manchas prematuras, arrugas o sequedad.
No cambies de textura, pero sí de color: en verano la piel está más morena, por lo que se suele buscar un maquillaje más sutil. Para ello, utiliza menos cantidad y un color más oscuro.
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